Uff!! He tenido dudas, muchas dudas. He estado dando muchas vueltas antes de decidirme si embarcarme en el mundo de las oposiciones o no. Hoy en día todos sabemos que el panorama de las oposiciones es desolador, sí; sin embargo, el sector privado, laboralmente hablando, lo veo mucho peor. No hay trabajo y lo poco que ofertan es, a mi juicio, un abuso. Por tanto, después de pensar "muy mucho" he decidido tomar este camino, el cual siempre he tenido en mente y que, por el gran esfuerzo que sé que conlleva el tener que dedicar tantas horas al estudio, aún no había iniciado.
Tengo que decir que inicio esta nueva etapa con mucha ilusión porque realmente mi finalidad es poder llegar a ser lo que siempre he querido, ser juez. Y, a pesar de las poquísimas plazas que oferten, hay que aferrarse a la idea de que no importa tanto las plazas ofertadas sino dominar el temario. Empiezo una época de mi vida que va a consistir en una inversión, una inversión de mi tiempo (y de dinero) en busca de un futuro mejor. Van a ser unos años de mucho esfuerzo, constancia, profesionalización del estudio. Todo ello mezclado con unas gotitas de ilusión, por supuesto, la cual será, en cierta medida, el motor que me impulse y me haga más llevadero el camino.
De todas formas, a pesar de la dureza de la oposición, sé que voy a disfrutar aprendiendo, empapándome de leyes y de Carperis porque, a pesar de haber mirado otras opciones, no me veo trabajando en otra cosa. Llego con ganas, fuerza y vocación (espero que dure, jeje). Nada me gratificaría más que poder dedicarme profesionalmente a impartir justicia algún día, ojalá mis deseos se cumplan. Por mi parte pondré todo mi empeño por que así sea.
Éste es mi diario opositoril. No sé si lo va a llegar a leer alguien más que yo pero si alguien ha llegado hasta aquí:
Bienvenid@ a este rinconcito de mi vida ;)
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